martes, 10 de junio de 2014

Monereo: Dime cómo evalúas y te diré como aprenden tus alumnos.

Enseñar durante la evaluación:

Esto se lleva a cabo con aquellas cuestiones que obligan al alumno a sintetizar, relacionar, comparar, decidir, criticar, justificar o argumentar, se sitúan en la zona de desarrollo del alumno y lo empujan a dar un paso adelante a partir de lo que ya sabe.
-Limitar o favorecer determinadas condiciones durante la prueba; por ejemplo: poder ver las anotaciones, (buscando que los alumnos se autorregulen).
-Introducir información adicional durante la prueba
-Elaborar preguntas
- Permitir el uso de recursos, del tiempo y del espacio de manera flexible.                                  
-El alumno puede disponer de los recursos y del espacio que prefiera.
-Enfrentarse a un incidente: actividades próximas a las que se producirían en situaciones reales, extra-escolares
-Retroalimentar a los alumnos sobre sus logros y resultados

Evaluar durante la enseñanza:

-Algunos ejemplos de instrumentos para evaluar durante la enseñanza son: la elaboración de un dossier de apuntes en grupo, de un diario de aprendizaje, de una Web temática o de un portafolio.

Enfoque constructivista de la enseñanza:

-Se reelabora la experiencia personal y donde se construye el conocimiento.
-La persona construye significados que le van a permitir comprender el funcionamiento del mundo de manera personal y significativa.
-La “verdad” a aprender no es objetiva, en el sentido de inmanente a la naturaleza de los fenómenos estudiados, sino que es consensuada por la comunidad científica y cultural y, por lo tanto, dinámica y transitoria.
-Evaluar significa introducir instrumentos sensibles a los cambios, útiles para dar cuenta de cómo los estudiantes establecen relaciones, qué tipo de hipótesis y deducciones realizan, qué actitudes y metas desarrollan y, en general, cómo utilizan esos recursos para afrontar los problemas que les proporcionan los contextos en los que se desarrollan.
 

Evaluación auténtica:

-. Cuando nos referimos a “auténtico” queremos decir que está vinculado a la realidad para la que enseñamos a los alumnos.


La evaluación auténtica centrada en el desempeño.


¿Por qué a la evaluación auténtica se le considera alternativa?

Se considera de esta manera ya que se contrapone a las formas de evaluación mayormente aceptadas y aplicadas en el campo educativo, es decir, los instrumentos tradicionales. 
La evaluación alternativa tiene como objetivo que los estudiantes demuestren sus habilidades y aptitudes mediante el hacer, poniendo a prueba los conocimientos conceptuales y procedimentales en trabajo diario, tomando en cuenta el contexto en el que se desarrolla la situación y los determinados saberes que se utilizan para enfrentarse a ella.


“…esto tiene como intención renovada desarrollar capacidades o competencias complejas demostrables en “el mundo real”. Díaz Barriga, F. (2006).

Abundando al respecto, la evaluación auténtica se considera alternativa porque rompe con el añejado sistema de evaluación tradicional, el cual no puede aplicarse hoy en día, pues no atiende a las nuevas situaciones que se viven en las aulas. Es así como esta evaluación implica que el alumno sea crítico al autoevaluar su desempeño tanto dentro del aula como fuera de ella, al realizar trabajos extraescolares, de esta manera tomará conciencia de lo que está aprendiendo y lo que falta por mejorar, para así ser el responsable de su propio aprendizaje. 
Asimismo, es importante la coevaluación, en la cual los alumnos emiten una crítica ante el desempeño de sus compañeros, igualmente importante es la evaluación que el docente hace a cada estudiante, esto mediante la observación y la aplicación de diversos instrumentos utilizados para cada aspecto que se requiera evaluar, por ejemplo, aplicación de conceptos, habilidades psicomotrices, de lenguaje, sociales, etcétera.

¿Es fácil aprender a evaluar de esta forma?

La respuesta de muchos docentes quizás sea no, puesto que este tipo de evaluación busca la utilización de la objetividad, el problema radica en las costumbres que se tienen a la hora de evaluar, tal como dejarse llevar por sentimientos que llevan a la subjetividad y la distorsión de los resultados. 
Por ello, es necesario que los docentes se preparen para saber qué y cómo evaluar, así como traducir los resultados obtenidos de forma clara y objetiva.


¿Qué hace a una evaluación en verdad auténtica?

El punto base de una evaluación autentica es que hay que evaluar aprendizajes contextualizados. (Díaz Barriga y Hernández, 2002).

Una evaluación auténtica, es la que evalúa las competencias y habilidades que los alumnos han adquirido a lo largo de su escolarización, contemplando desde sus conocimientos  previos hasta los conocimientos adquiridos después de una temática, por tanto, en este sentido es una evaluación de proceso y formativa; siendo así, puede afirmarse que los aspectos que realmente permiten que una evaluación se convierta en auténtica es que los docentes apliquen actividades auténticas, para que pueda evaluarse conforme a lo aprendido.

Una evaluación auténtica que esté centrada en el desempeño del alumno busca evaluar lo que se hace y en base a esto, identificar la relación que surge entre los conocimientos conceptuales y los procedimentales.
Como afirma Frida Díaz Barriga en su libro “Enseñanza situada: vínculo entre la escuela y la vida” es necesario que el maestro constructivista no solo enseñe en base a esta perspectiva, sino también que realice las evaluaciones acordes a esta corriente.

Es incongruente enseñar de una manera contextualizada y evaluar aspectos que no se tomaron en cuenta durante la enseñanza o que no tienen relevancia en el proceso de enseñanza/aprendizaje.
Si se desean resultados auténticos es necesario que evaluar de manera auténtica, por tanto, es necesario que como futuros docentes podamos aprender lo que es realmente significativo para los alumnos y tomar en cuenta el desempeño de estos, observando las mejoras que se presenten; no basta con realizar actividades lúdicas para poder convertirse en un maestro constructivista, es necesario comprender las relaciones, los propósitos y las oportunidades educativas que ofrecen los diversos contextos a los educandos, para adaptar la evaluación a estos aspectos.
Las evaluaciones auténticas deben presentar el desempeño real de los alumnos, es por ello que deben considerarse distintas maneras de evaluar lo que se enseña, es aquí donde surge la auto y la coevaluación. La finalidad principal de la evaluación auténtica es lograr situar a los alumnos en el contexto que los rodea, pues gracias a esta es posible evaluar las competencias y la calidad de la misma enseñanza de forma real.




Responsables del equipo:

Mariana García González
Janeth Abigaíl Olivarría García
Lourdes Alejandra Valdenebro Borbón
Aracely Guadalupe Vega Barreras

La evaluación auténtica centrada en el desempeño: Una alternativa para evaluar el aprendizaje y la enseñanza. Frida Díaz Barriga A.

  • Estrategias posibles o instrumentos para una evaluación auténtica centrada en el desempeño. 

Frida Díaz Barriga Arceo plantea tres estrategias posibles para una evaluación auténtica centrada en el desempeño de los alumnos, estas son las que se presentan a continuación:

  • El cambio de paradigma y cultural que trae consigo dicha corriente a la educación básica en México; Implicaciones y retos que la corriente de evaluación auténtica plantea a la educación básica en México.

Dentro de la educación existen varios retos e implicaciones para poder poner en práctica una evaluación alternativa y autentica. El primer reto  es formar una cultura en los maestros en donde ellos desarrollen habilidades para evaluar no solo por medio de instrumentos de lápiz y papel si no poner en práctica una diversidad de herramientas que pueden funcionar para cerciorarse del nivel de aprendizaje que el alumno ha obtenido y así poder mejorar su práctica docente, por ejemplo el trabajo con rúbricas, portafolios y autoevaluaciones principalmente.
También es importante eliminar la ruptura que existe entre lo que se enseña y lo que se evalúa, porque en algunas ocasiones los docentes toman en cuenta contenidos que en realidad los alumnos no analizaron y comprendieron, por ello es importante que exista una relación estrecha entre lo que se enseña y lo que se evalúa para que el alumno pueda encontrarle una funcionalidad a la evaluación.
Lo que implica la evaluación alternativa y autentica, primero que nada es comenzar despacio con esta modalidad puesto que los cambios necesitan tiempo, que se logre aceptar por todas las personas que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje, que se promueva la aplicación de la estrategia en las escuelas, comunicar la aplicación y dar a conocer en qué consiste y que, tanto alumnos como profesores comprendan cómo y para qué se va utilizar. Es importante también que el alumno pueda adquirir las capacidades necesarias para resolver actividades y tareas complejas que exploten las habilidades de cada alumno, de esta manera haciendo uso de los conocimientos previos para formular un aprendizaje significativo a través de problemáticas relevantes de su vida cotidiana.

Una implicación más, es que para que la evaluación autentica se lleve a cabo tal cual, debe empezarse por dejar de lado las preconcepciones que se tienen de los modos de educar y con ello cambiar la cultura educativa existente para abrir paso a nuevas formas de evaluar y formar a los alumnos, de tal manera que dichos cambios se vean reflejados primordialmente en la sociedad y no sólo al adquirir conocimientos que puedan utilizar cotidianamente, sino que a futuro les permitan desarrollar competencias que les servirán para su vida laboral.

Un reto muy importante al cual nos enfrentamos como docentes con dicha evaluación, es al desarrollo de habilidades tanto de comunicación, psicomotrices o adquisición de conceptos, como afectivas y sociales, quienes son muy importantes pues como anteriormente se mencionaba, uno de los objetivos de esta evaluación es llevarlos a ser competentes a futuro y con ello se logra en gran medida dicho objetivo. Desgraciadamente, aunque se han realizado evaluaciones de este tipo desde años atrás, se han hecho muy superficialmente y de forma vaga, lo cual no nos habla de una evaluación realmente autentica y nos invita a esclarecer y estimar la forma de evaluar dichas habilidades con la finalidad de autenticar la evaluación misma.
El realizar evaluaciones autenticas y provechosas tanto para alumnos como docentes, puede llegar a ser complicado, puesto que en la escuela no se tiene el tiempo necesario para atender a todos los niños y evaluar de manera constante el proceso de aprendizaje de los niños. Sin embargo para verle un sentido a la evaluación  es necesario que los docentes pongan en práctica estrategias para evaluar a los alumnos en sus tres momentos: diagnostica, formativa y sumativa, ya que así se podrá ver la evolución o los problemas que se le presentaron a los niños con respecto a cierto aprendizaje.

Se sabe bien que el evaluar no es una tarea fácil por tal motivo los maestros deben poner todo su empeño para obtener resultados satisfactorios en estos procesos. Es de gran relevancia el hecho de que a los futuros docentes se les hable desde un inicio acerca de las nuevas maneras de evaluar a los educandos, aclarar que ya no solamente se considera el examen para asignar calificación sino también la actitud y la evolución que se tuvo durante cierto periodo. El hablar de nuevas estrategias para evaluar va mentalizando al futuro maestro para poner todos esos conocimientos en práctica posteriormente.
La evaluación en el s.XXI


Equipo responsable:
Adriana Elizeth Castro Barreras
Mechelle Estrada Rodeles
Gisel Gpe. Mendivil Gastélum
Ma. José del Rocío Ramos Olivas
Giovana Balvaneda Soto López



Las "cosas" que se evalúan son útiles como soportes dinámicos para la reflexión y la acción, más que como productos estáticos con valor por sí mismos. 
Linda Darling-Hammond


Monereo, C. (Coord.). ( 2009). Las competencias de los alumnos y su evaluación.

¿CÓMO DEFINE MONEREO A LAS COMPETENCIAS? 

Monereo, define competencia como la capacidad  de aplicar  conocimientos y destrezas en materias clave y de analizar, razonar y transmitir ideas con eficiencia al tiempo que se plantean, resuelven e interpretan problemas en situaciones diferentes. (OCDE, 2005)

Estas situaciones, además incluyen tanto dimensiones cognitivas como no cognitivas. Asi pues, en contextos de enseñanza obligatoria, las competencias se refieren al capital cultural minimno que un ciudadado ha adquirido, al termino de su escolaridad obligatoria, para poder vivir adecuadamente en al sociedad  actual,  e integrar de manera funcional los conocimientos, habilidades, y las actitudes necesarias para la resolucion de problemas habituales en contextos socioculturales variados y funcionales, es decir, suponer ser capaz de decidir sobre el saber, el saber hacer y el saber ser. 


¿CÓMO PLANTEA MONEREO EVALUAR A LAS COMPETENCIAS? 

Monereo, plantea la evaluación de las competencias basándose en tres ejes claves:
-Autenticidad-academicismo: Este eje remite la dimensión realismo y nos permite analizar si la actividad o la propuesta de evaluación respeta y mantiene las condiciones específicas de esta tarea en las situaciones extraescolares en las que se produce. 
-Disciplinario-interdisciplinario: Este segundo eje alude a la dimensión de la relevancia. Asimismo, se entiende que aquellas actividades que implican un mayor nivel de interdisciplinariedad probablemente serán también más relevantes y funcionales para el alumno.
-Individual-social: En este eje, referido a la tercera y última dimensión, la socialización, se plantea la posibilidad de que la evaluación contribuya y tenga en cuenta los procesos de construcción de la identidad social del estudiante como ciudadano o miembro de una determinada comunidad.

¿QUÉ TIPO DE ACTIVIDADES Y PROPUESTAS DE EVALUACIÓN ENFATIZA EL AUTOR?

Dossier de notas y apuntes.
Actividades:   -Compartir a los alumnos alguna pauta que contenga los criterios de evaluación de los apuntes.  -Organización de la información, con una estructura diferente a la del profesor o libro.- Ampliación, se trata de que los estudiantes, amplíen la información a través de lecturas, consulta de materiales digitalizados o de otro tipo de documentos. -Reflexión, se valora también la reflexión que los estudiantes son capaces de hacer de la información recogida en su dossier.
Formulación de cuestiones por parte de los estudiantes: .
Actividades: - Cuestiones  que apelan a la literalidad de lo aprendido. Cuestiones que requieren el uso de inferencias para ser resueltas-Cuestiones que implican un conocimiento profundo, en este caso se requiere un amplio conocimiento, tanto para plantear como para responder cuestiones de comprensión profunda y relacionarlas con su contexto.
Resolución de problemas.
Actividades: -Insertarse en situaciones que los estudiantes perciban como problemática y se relacione con algún contexto relevante para ellos-Permitir la consulta de información necesaria para avanzar en su resolución. -Contar con criterios de solución que permitan establecer con claridad cuando y porque se ha resuelto el problema de forma satisfactoria.-Establecer los posibles itinerarios a seguir en su resolución y las variables que deben ser tenido en cuenta. 
Escribir para aprender.
Actividades:  -Situaciones, en las que ante un tema nuevo se solicita a los estudiantes que escriban sobre un mismo, o traten de responder a cuestiones complejas que sean el objeto del aprendizaje. -Discutir y contrastar textos iniciales. -Los estudiantes de forma individual o en pequeños grupos, modifican los textos iniciales justificando los cambios introducidos y explicando el motivo y la necesidad de los mismos.
Simulaciones.
Actividades: -Programas informáticos (simuladores). -Algunos simuladores en forma de juego, pero esto no implica en ningún caso que no puedan tener uso  educativo.
Proyectos.
Actividades: -Realización de  portafolio o carpeta  de aprendizaje. - Utilización de  apuntes o rúbrica. - Realización de actividades cooperativas (equipo).
Aprendizaje  cooperativo.
Actividades: - Enseñanza recíproca (lecturas en voz alta comentadas). -Actividades complejas para resolver en equipos.
Casos.
Condiciones para el cumplimiento de casos: -Tratarse de casos reales o que podrían serlos, que  se inserten en contextos cercanos al estudiante. -No contener en su formulación todas las variables relevantes. -Admitir varias soluciones posibles pero siempre dentro de unas condiciones que hay que preservar. -Entre las soluciones posibles, algunas poder ser calificadas como mejores porque aportan beneficios a los actores o se acercan más al objetivo final. -Las condiciones que deben respetar las soluciones adoptadas en cada caso constituyen los criterios de evaluación. 
Incidentes: Los incidentes suponen situaciones  inesperadas o sorpresivas  ante las  que es preciso reaccionar. 



El siguiente organizador gráfico explica de manera breve lo anteriormente expuesto: 

¿QUÉ ROL TIENEN LOS DOCENTES, ALUMNOS Y PADRES EN LA EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS?



Equipo responsable: 

Celia Gpe. Gastélum González 
Flora Itzayana López Duarte 
Nidia Miranda Quintana 
Reina Gpe. Soto García 
Roberto Urbalejo Rodríguez 
Iván Verdugo Encinas 



  

La metacognicion

¿Qué es la metacognición y qué papel juega 
en los procesos de evaluación de competencias? 


Flavell (1979) definió la metacognición como la cognición sobre la cognición.

(La cognición se define como la facultad de un ser vivo para procesar información a partir de la percepción, el conocimiento adquirido (experiencia) y características subjetivas que permiten valorar la información.

 

Consiste en procesos tales como el aprendizajerazonamientoatenciónmemoria, resolución de problemastoma de decisiones y procesamiento del lenguaje.)

Hace referencia a la conciencia del estudiante de una base de conocimientos en la que almacena la información sobre cuándo, cómo, dónde y porqué usar y acceder a diferentes estrategias cognitivas.


Cada persona, a través de la metacognición hace una representación personal de lo que está aprendiendo, hace un análisis y reflexión sobre sus ideas o pensamientos y, además, puede conocer la forma en que aprende cierto conocimiento o cómo adquiere experiencia. Los estudiantes desarrollan estrategias, técnicas y formas de realizar actividades. Cómo es que ellos eligen las habilidades y competencias necesarias para dar solución a una actividad o situación problemática es parte de su proceso de metacognición.


La mayoría de los estudiantes, hacen uso de procesos que les permiten definir el tiempo en que realizarán cierta actividad, el esfuerzo que pondrán al llevarla a cabo, así como evaluar y hacer las correcciones necesarias. Estos procesos son de control y monitorización, pues es necesario que se establezcan los parámetros sobre los que se trabajará, los métodos a utilizar y la verificación de los resultados. A través de la monitorización el estudiante puede ir supervisando las acciones establecidas en la planificación de las actividades o ideas, para corroborar que se puede cumplir con el o los propósitos establecidos. Winne y Perry, 2005, mencionan que los aprendizajes de un alumno tienen el punto central en las estrategias de metacognición que usa en determinada tarea para detectar los cambios que se den en la construcción de su conocimiento.


A continuación se muestra un esquema sobre los puntos clave de la metacognición y su papel en los procesos de evaluación de competencias



Equipo:

Karla Isabel Gonzalez Ruiz
Rubi Guadalupe Rodriguez Pineda
Yamileth María Santana Hernandez 
Razones para alegrarse:
La evaluación para el aprendizaje. 
G. Stobart.
El concepto de evaluación para el aprendizaje que Stobart ofrece es considerado como un buen ejercicio docente a través de cinco factores los cuales se les considera clave.

Estos cinco factores van desde una participación activa de los alumnos en su proceso de evaluación, hasta las consecuencias que la misma puede tener en su ánimo y su motivación para aprender (como parte de su propia evaluación formativa en su trayecto académico).

Hay que ser sumamente claros en la distinción que hay entre aspectos formativos y sumativos, ya que la evaluación para el aprendizaje está directamente ligada a aspectos formativos.

Existen tres tipos de respuesta para una evaluación formativa según Licie Allal y Lucie López:

Entonces:


Estas características de la evaluación formativa son indicación teórica pura, es responsabilidad de cada profesor basar sus técnicas de enseñanza y de evaluación en una perspectiva situada.


La evaluación para el aprendizaje exige una actividad escolar sumamente ACTIVA, ya que es un proceso de BÚSQUEDA E INTERPRETACIÓN de evidencia para identificar el nivel de aprendizaje de los alumnos, esto implica diferentes acciones que se podrían llevar a cabo para realizar una evaluación formativa. 


Stobart menciona algunas de estas prácticas que se hacen dentro del aula, la primera es “intenciones del aprendizaje y criterios del éxito”, esto quiere decir que se debe mencionar más acerca de lo que se está aprendiendo y dejar en claro los objetivos de las actividades. 

Una segunda práctica es “hacer preguntas”, es importante hacer preguntas interesantes que ayuden a identificar el nivel de aprendizaje y realizar esto mediante el dialogo y llevar la conversación haciendo preguntas detonantes. La estrategia que aconseja en este caso es grupal consiste en un semáforo, el verde es para indicar que si comprendieron, el amarillo es para dudas y el rojo claro está para cuando no entendieron.

La "retroinformación" implica reducir el espacio entre el presente del alumno y al objetivo. Stobart menciona que se inclina más a los comentarios que se hacen en la tarea que en la calificación, es decir en el elogio.

El último ejercicio es la "autoevaluación y coevaluación", la finalidad de esto es lograr que los alumnos sean capaces de juzgar la calidad de su trabajo y la de sus compañeros, asimismo conocer lo que implica un aprendizaje eficaz, una actuación excelente, el objetivo y en que fase del aprendizaje se encuentran.
Alcanzar estas competencias es muy importante ya que son la base de la metacognición.



Indiscutiblemente es necesario cambiar la visión del aprendizaje impulsándolo hacia el saber hacer, de la mano de los supuestos claves de la EPA:
  • un proceso social activo
  •  el individuo crea el significado
  • trabajar en base a los conocimientos previos



Equipo:

Chávez Vilches Yamelí
Duarte Higuera Marco Antonio
Fernández Ponce Luis Arturo
León Guzmán Stephanie
Rodríguez Ahumada Frida Liliana
Valle García Kathia Joselyne

Las tensiones fundamentales en la implementación de la EPA.

La EpA y el aprendizaje efectivo

Las reivindicaciones que hace Evaluación para el Aprendizaje con respecto a que permite un aprendizaje más eficaz se basa en que la evaluación se utiliza para ayudar a los aprendices a:
  •        Tener más claro lo que hay que aprender y cómo será lo que se consiga;
  •        Reconocer lo que comprenden y lo que no en el presente;
  •        Percatarse de la mejor manera de avanzar.
Los mecanismos para ello implican hacer explícitas las intenciones del aprendizaje y los criterios de éxito. El problema es que este enfoque puede reducirse con facilidad a una serie de técnicas de técnicas clase, sin entender claramente por qué se usan. En consecuencia, volveremos sobre lo que se considera como las tensiones fundamentales en la implementación de la EpA. Se han agrupado en cuatro áreas principales
  1. ¿Qué se aprende?
  2. Claridad frente a conformidad.
  3. Lo formativo en un clima sumativo.
  4. Retroinformación eficaz.


1.- ¿Aprender o aprender a aprender? 

Tenemos nuevamente otro caso de dos conceptos y del peligro de escoger solo uno. La tarea de la EpA en facilitar el aprendizaje directo de algo ("adquisición") y el más indirecto "aprender a aprender", referido también como "metacognición", "autonomía del aprendiz" y "aprendizaje autorregulado". Uno de los riesgos de estos es que se presta tanta atención a los procesos, por ejemplo, de "aprender a aprender" que se pasa por alto lo que hay que aprender: se considera fundamental el proceso, no el resultado.
  •  El aprendizaje no puede desarrollarse en el vacío; hay que aprender algo.
  •  Este enfoque del proceso puede provocar también el peligro de restringir los métodos docentes.
Para la EpA, el problema consiste en establecer un equilibrio entre estimular el aprendizaje directo y desarrollar la autorregulación de los aprendices que lleve a la reflexión acerca de cómo encaran su aprendizaje. David Boud ha introducido la valiosa idea de la doble tarea de la evaluación: apoyar el programa actual de aprendizaje y, al mismo tiempo, aumentar la comprensión de los aprendices de la evaluación y de su capacidad de autoevaluación futura. Lo denomina evaluación sostenible.
  • Ni el simple cumplimiento de criterios ni el desarrollo de competencias de autorregulación son suficientes por separado; ambos tienen que estar presentes.


2.- ¿Claridad o conformismo?

Uno de los elementos clave de la EpA es la insistencia en hacer explícito lo que se aprende y qué se considera un aprendizaje satisfactorio.
  • El fundamento teórico es claro: es más fácil aprender cuando sabemos lo que hacemos y adonde estamos intentando llegar.
Sin embargo, conseguir claridad en este proceso es como caminar por la cuerda floja: si no está claro lo que se aprende (y por qué) y qué se considera satisfactorio, los aprendices estarán desconcertados; si especifica de forma demasiado rigurosa, se convierte en un ejercicio de conformismo.
Mi ejemplo del estudiante desconcertado es el examinando que respondió a la pregunta de Geometría de la Figura 7 .1. (G. Stobart)


Figura 7.1. Solución de Geometría.

De alguna manera, esto puede explicar por qué se observa que los estudiantes de menor rendimiento son quienes hacen los mayores progresos gracias a la evaluación formativa. Al encontrarse menos cómodos en la cultura de la escuela, es menos probable que entiendan lo que se les pide. Es muy posible que los estudiantes de alto rendimiento, que con frecuencia se encuentran a sus anchas en la escuela, ya hayan desarrollado las competencias de autorregulación que les permiten comprender lo que tienen que hacer, aunque no se haya manifestado con claridad.


Los peligros de ser explícitos.
Sin embargo, al hacer explícito lo que hay que aprender y los criterios de éxito correspondientes se corre el riesgo de caer al otro lado de la cuerda floja. En este caso, hay una tendencia a plantear unos objetivos de aprendizaje cada vez más detallados que especifiquen el logro requerido y que se anuncien, en vez de negociarlos. Esta tendencia se intensifica cuando los objetivos se imponen al docente mediante un currículum o requisito muy especificado. En tal caso, el proceso se hace cada vez más mecánico, pues se anima a los aprendices a que dominen pequeños y detallados elementos del currículum. Esta explicitud, que pretende lograr que el aprendizaje resulte claro para el alumno puede, en realidad, reducir su autonomía, en vez de promoverla.




Neutralidad curricular
Una vulnerabilidad relacionada con esto de las versiones actuales de la EpA es que tienden a preocuparse por mejorar el aprendizaje, con independencia de lo que haya que aprender. En contraste, Terry CROOKS ha defendido una y otra vez la importancia de hacer que el currículo sea significativo para el aprendiz:

Es mucho más probable que los estudiantes aprendan cosas que les preocupen que las que, para ellos, tengan poco significado o importancia. Hagan lo que hagan los profesores para evaluar a los estudiantes y guiar su aprendizaje, es mucho menos probable que tengan éxito si los estudiantes no están motivados para aprender ese material o esas competencias. (2007, pág. 1.)


  • El problema surge cuando "gran parte de lo que aparece en el currículum escolar no merece la pena aprenderlo" (BROPHY, 1998, pág. 11), aunque haya que acatarlo.


3.- Lo formativo en un clima sumativo

La enmarañada relación formativa-sumativa es una de las cuestiones prácticas más difíciles para la EpA. Aunque esta cuestión ha sido abordada académicamente, la prueba real de la dificultad proviene de la frecuencia con la que la evaluación formativa queda en suspenso cuando lo imponen las presiones del examen. Sigue vigente la imagen de que la evaluación formativa es una “buena cosa", pero, cuando empieza la preparación de los exámenes, tenemos que enfrentarnos a "lo real". Esto significa frecuentes evaluaciones sumativas y enseñanza directa para el examen.
Esto significa que, en culturas de rendición de cuentas, con frecuentes pruebas para calificación, es más difícil hacer progresos en la evaluación formativa. En estas culturas de evaluación, solo las escuelas y los profesores más seguros de sí mismos se arriesgarán a promover el aprendizaje autorregulado, la autoevaluación y la evaluación a cargo de compañeros. Para la mayoría, la tarea consiste en cubrir todo el currículum y preparar para el examen. Hacen falta pruebas más convincentes de la contribución de la evaluación formativa a este proceso para que los profesores la mantengan en los cursos que concluyen con exámenes oficiales.




4.- Retroinformación eficaz

Como la retroinformación es el mecanismo clave en la evaluación formativa para pasar de la actuación actual a la deseada, es crítico que sea bien entendida. Es algo que todavía no ha conseguido la EpA. Que la retroinformación tenga o no efectos positivos en el aprendizaje depende de muchos factores en interacción: la motivación, la complejidad de la tarea, la pericia del aprendiz y el nivel y la calidad de la retroinformación. Esto hace que sea muy situacional: la misma retroinformación dada a dos aprendices puede tener efectos opuestos. El simple hecho de decir a unos aprendices principiantes que están equivocados puede retrasar el aprendizaje; si se dice lo mismo a expertos interesados por lo que hacen puede ser suficiente para que aumenten sus esfuerzos y modifiquen su estrategia.


Contexto: El dónde y el cuándo de la retroinformación
Al nivel del aula o del lugar de trabajo, uno de los factores clave de una retroinformación eficaz es un clima de confianza y respeto. Esto implica unas relaciones de apoyo y ayuda en el aula o el lugar de trabajo, en las que el aprendiz se sienta seguro para poder admitir dificultades y los docentes sean constructivos y estimulantes. Si el aula es un lugar competitivo en el que los estudiantes comparan sus notas y se reparten honores (el o la "estudiante"), puede hacer más difícil el reconocimiento de las dificultades.


Oportunidad de la retroinformación
HATTIE y TIMPERLEY observan que la retroinformación es algo que siempre ocurre en segundo lugar: debe haber un contexto de aprendizaje al que se dirija. Si hay una falta básica de comprensión, "es mejor que el docente dé detalles a través de la enseñanza que facilite retroinformación sobre conceptos no muy bien comprendidos" (2007, pág. 104).
  • Cuando un aprendiz aborda una tarea nueva y difícil, es mejor utilizar al principio una retroinformación inmediata (para reducir la frustración y los atascos).
  • Sin embargo, con tareas más sencillas, es mejor retrasar la retroinformación (para prevenir sentimientos de "intrusión de la retroinformación").
Las características del aprendiz complican aún más esta complejidad. Es posible que los principiantes y de bajo rendimiento necesiten una retroinformación eficaz inmediata y explícita. En el caso de los expertos y de alto rendimiento, a quienes incluso las tareas complejas pueden resultarles relativamente fáciles, es mejor retrasar la retro información y facilitarla en formatos más desafiantes, por ejemplo, pistas o preguntas.



El centro de atención de la retroinformación: la tarea, no la persona
¿Por qué hay tantas retroinformaciones que obstaculizan el aprendizaje en vez de facilitarlo? Para KLUGER y DENISI, la respuesta está relacionada con la dirección de la retroinformación. El nivel en el que se dé es al que probablemente prestemos atención. Ese nivel puede ser uno de estos cuatro:

1. Nivel de tarea. Este tipo de retroinformación tiene más fuerza cuando se refiere a interpretaciones erróneas y no a falta de información; para esto último es más eficaz ampliar la enseñanza.
2. Nivel de proceso. La retroinformación a este nivel puede estar relacionada con la mejora de la detección de errores y con estrategias para abordar otras tareas más complejas.
3. Nivel de regulación. HATIIE y TIMPERLEY identifican seis factores importantes a este nivel que median la eficacia de la retroinformación. Son los siguientes: "la capacidad de crear una retroinformación interna y de autoevaluarse; la disposición a: dedicar esfuerzos a buscar y abordar retroinformación; el grado de confianza en la corrección de la respuesta; las atribuciones de éxito o fracaso, y el nivel de competencia para buscar ayuda" (2007, pág. 94).
4. Nivel personal. Es una retroinformación personal que facilita juicios positivos (y, a veces, negativos) sobre el aprendiz. Se trata de expresiones como: "buena chica", "eres un fenómeno".





Atención al nivel.
La retroinformación más eficaz implica una interacción de los tres primeros niveles, que puede visualizarse como un bucle.
  • Así, al haberme ayudado a hacer bien la tarea, me estimulan a relacionarlo a otras tareas.
  • Esto, a su vez, me ayuda a elaborar estrategias de autorregulación que me permitan supervisar mi progreso en una tarea (autoevaluación)
  •  y mi compromiso y esfuerzo (autocontrol).
La retroinformación relacionada con la persona queda fuera de este bucle, pues raramente contribuye a un nuevo movimiento. John HATIIE considera que esta retroinformación pasa por una "lente reputacional". Si me dicen que mi trabajo ha decepcionado a mi profesor, que sabe que puedo hacerlo mejor, tendré que pensar en proteger mi reputación. Puedo atribuir la calidad de mi trabajo a una falta de esfuerzo, proteger la visión que tengo de mí mismo diciéndome que tengo la capacidad de hacerlo. Esta estrategia se ve favorecida si nunca realizo el máximo esfuerzo y me discapacito a mí mismo: preparando de antemano las razones por las que lo he hecho mal. Por ejemplo, el hecho de quedarse hasta tarde en el bar antes de una presentación significa que tenemos preparada la excusa si sale mal o fracasa.

BERGLAS y JONES señalan que este tipo de comportamiento surge de una historia de retroinformación caprichosa y caótica: "no es que sus historias estén guardadas con repetidos fracasos; han sido ampliamente recompensadas, pero de formas y en ocasiones que los dejan profundamente inseguros acerca del motivo de la recompensa" (1978, pág. 407). Stobart “Yo diría que esto incluye elogios banales, como: "que cuadro más bonito", cuando el niño sabe que no le ha dedicado mucho esfuerzo”. No obstante, si yo hubiese rendido al máximo y aun así decepcionara a mi profesor, ¿en qué lugar quedaría yo? Si este patrón se repitiera, podría llevarme a un estado de "indefensión aprendida", en el que declararía: "No sirvo para esto", y lo evitaría.



El problema de los elogios y las recompensas
Cuando los maestros y profesores elogian o premian a los niños, es probable que los aprendices lo consideren como retroinformación positiva. La cuestión crítica es si el elogio aparta la atención de la tarea y la dirige hacia el yo y a actividades "reputacionales" (por ejemplo, cambiar a otras tareas más fáciles, que mantienen la imagen que tienen de sí mismos), o si conduce a cambios en el esfuerzo, el compromiso o los sentimientos de eficacia de los aprendices en relación con la tarea.

Carol DWECK (1999) ha demostrado que quienes reciben alabanzas constantes probablemente atribuyan sus éxitos a su capacidad en vez de a su esfuerzo. La consecuencia de esto es que los estudiantes "de sobresaliente" tienen que hacer todo lo que puedan para proteger su reputación. Esto puede incluir matricularse en asignaturas más fáciles evitar todo riesgo de fracaso. Se da entonces más importancia a las calificaciones que al aprendizaje y se evitan riesgos y contratiempos. DWECK ha demostrado también el impacto negativo que produce en el alumnado, el paso a centros universitarios en los que puede ser más difícil obtener éxitos. Esto les provoca dudas acerca de si tienen realmente la capacidad que pensaban que poseían por haber sido condicionados para ello. Quienes enfocaban el aprendizaje como una adquisición progresiva y basada en el esfuerzo demostraron tener mucho más aguante en estas circunstancias.
  • Por tanto, para que sea útil, el elogio debe dirigir la atención a la tarea, no a la persona.


El problema de las notas y las calificaciones
En el clásico de culto Zen and the Art of Motorcycle Maintenance, de Robert PIRSIG (1974) se nos presenta a un profesor que se niega a poner notas a sus estudiantes y solo les hace comentarios. Pasadas unas semanas, "algunos de los estudiantes de sobresaliente comenzaron a ponerse nerviosos y su magnífico trabajo empezó a empeorar" (pág. 202), mientras que los de notable y suficiente empezaron a mejorar la calidad de sus trabajos y los de suspenso y futuros fracasados escolares empezaron a "ir a clase para ver qué ocurría".
Se encierran aquí preocupaciones justificadas que la EpA no ha tratado siempre de forma convincente. Una de ellas es el papel de las notas y de las calificaciones, dado que éstas son expresiones profundamente culturales. Aunque la lógica sea sencilla, es decir, que las notas y calificaciones no transmiten suficiente información para hacer avanzar el aprendizaje, las consecuencias de ellas no lo son. Entonces, ¿por qué no tener notas y comentarios? Porque las pruebas indican que los comentarios son en gran medida ignorados; lo que importa son las notas.

La evidencia más directa de esto procede del trabajo experimental de Ruth BUTLER, que manipuló las condiciones de retroinformación para examinar la influencia de las notas y los comentarios sobre el aprendizaje. El descubrimiento clave fue que la condición combinada "notas y retroinformación" mostró poco más aprendizaje que la condición "solo notas", mientras que la retroinformación "solo comentario" logró un incremento del aprendizaje significativamente mayor.



El uso que hace el aprendiz de la retroinformación
Deborah BUTLER y Philip WINNE resumen las opciones que tiene el aprendiz que recibe la retroinformación y las diversas formas que puede adoptar:

La retroinformación es la información con la que el aprendiz puede confirmar, añadir, reemplazar, perfeccionar o reestructurar la información en la memoria, con independencia de que la información se refiera a los conocimientos de un campo, conocimientos metacognitivos, creencias sobre el yo y las tareas o tácticas y estrategias cognitivas. (1995, pág. 275.)

Sin embargo Puede ocurrir que el aprendiz pueda modificar o desdibujar el objetivo, cambiarlo o rechazar la retroinformación. Por eso, las intenciones del aprendizaje y los criterios de éxito son importantes en la EpA, pues permiten a los alumnos relacionar su actuación con sus objetivos y hacer ajustes en sus esfuerzos, dirección y estrategias cuando sea necesario.